archivo

Archivo de la etiqueta: Apple

Nos llamaron «la Marea Roja». A mí ya me conocéis, soy el de más a la izquierda, el que sujeta una cámara de vídeo con la mano.

Como ya sabréis, sobre todo porque lo digo en la entrada anterior, antes de ayer y ayer estuve en el Centro Comercial Nueva Condomina, de Murcia, haciendo cola para ser de los primeros (el octavo, según @emilcar, y el décimo a mi parecer) en entrar al Apple Store que ayer se inauguraba en este centro.

La noche de antes de la apertura

Llegué allí a las 10:00 de la noche, más o menos. Minutos antes, los guardias de seguridad de Nueva Condomina (no los de Apple) echaron a las 7 personas que ya se encontraban en la cola (compañeros del GUM casi todos) a la calle, pero ya hablaremos de eso un poco más adelante.

La noche no se hizo muy larga. La verdad, esperaba que fuera más aburrida, pero ni de coña… claro que también esperaba dormir un rato, pero ni de coña.

Durante toda la noche estuvimos conversando y discutiendo sobre Apple, sobre videojuegos, tecnología en general y, sobre todo, criticando Android.

A eso de las 11:30 o 12:00 de la noche llegaron unos señores de Apple, muy simpáticos, a preguntarnos si nos faltaba algo… aunque les dijimos que no, nos trajeron magdalenas y helados de chocolate y fresa, además de habilitarnos un enchufe para que pudiéramos cargar nuestros gadgets (aunque a las 2 de la noche, más o menos, Nueva Condomina cortó el suministro… pero ya hablaremos de eso más adelante).

Los simpatiquísimos guardias de seguridad contratados por Apple, a diferencia de los de Nueva Condomina (pero, ya hablaremos de eso más adelante… paciencia), se portaron genial con todos nosotros. Fueron casi unos miembros más de la cola, y estuvimos hablando amigablemente sobre muchos temas (también de Apple, puesto que algunos de ellos eran fanboys como nosotros. Uno de ellos, Segio, tenía un iPhone 4S y nos pregunto cosas y pidió información sobre algunos aspectos del dispositivo), contando chistes, etc.

A las 3:00 de la noche, más o menos, llegó @emilcar con las camisetas del GUM (las que podéis ver en la foto que encabeza la entrada). Los que conocemos a Emilio sabemos que su simple presencia en la cola hace que las risas se multipliquen por 4, gracias a sus chistes y comentarios graciosos. También hay que decir que Emilio retransmitió en directo a través de Spreaker un pequeño podcast… no sabemos si a las 4 ó 5 de la noche había mucha gente dispuesta a escucharlo.

El día de la apertura

Amaneció a la hora de siempre, como es normal, pero esta vez de una forma distinta: amaneció Murcia con un Apple Store a punto de abrir.

Al estar en la calle, todos los colistas disfrutamos del amanecer, aunque si nos hubieran preguntado nos hubiéramos quedado donde estaba la cola en un principio (pero ya hablaremos de eso un poco más adelante, no demasiado). A las 7 y poco de la mañana, unos 5 empleados de Apple nos sorprendieron con dos carritos. Estos carritos iban cargados de 3 sifones de café y varias bandejas de Donuts, bollos y otras delicias. Yo me hinché (tengo que decir que en mi mochila llevaba galletas, batidos y patatas fritas, y que no comí de nada puesto que los de Apple nos cebaron bien). Por supuesto, tanto el café, como los bollos y Donuts, eran gratuitos para los que estábamos en la cola (tanto para los que habíamos hecho noche allí, como para los que acababan de llegar) y para los señores de la prensa, que iban llegado al sitio poco a poco.

Poco después nos fueron dando número (como en el supermercado) y metiendo en la fila habilitada de dentro de Nueva Condomina (donde tendríamos que haber pasado la noche desde un principio, y ya queda menos para hablar de eso). Ahí fue donde empezó la locura. Los trabajadores iban saliendo y presentándose (uno a uno) a cada persona que estaba en una fila que crecía por minutos (y llegó a ocupar casi un cuarto de la planta de arriba del centro comercial… en el vídeo se ve todo). El aperitivo de la fiesta que nos esperaba no tardó mucho más en llegar: empezaron los pequeños aplausos y las pequeñas olas.

A las 9:00 (una hora antes) pudieron entrar los compañeros de la prensa, en primicia, al Apple Store. Se les permitía grabar, entrevistar, echar fotos, trastear los cacharros de Apple y, por supuesto, comprar. Entre los afortunados se encontraban los compañeros de La Verdad, 7 Región de Murcia, Cadena SER, Applesfera, Esfera iPhone o el mismísimo Emilio Cano, el cual entró con la camiseta del GUM Murcia (grupo del cual es presidente, por si no lo sabíais).

«Donde todas las demás tiendas acaban, empezamos nosotros. Nuestro objetivo es intentar que el cliente entre al Apple Store para probar un producto, comprarlo o pedir ayuda o información sobre éste, y que cuando salga hayamos enriquecido un poco más su vida» (palabras de Pepe, el Store Leader del Apple Store que dio la charla a los de prensa).

A falta de media hora, los empleados (unos dicen 65, otros 68, y otros se atreven con 100) salieron del almacén en el que se hallaban escondidos y empezaron a aplaudir (esta vez de verdad), a hacer la ola (esta vez de verdad) y a cantar como locos. Los que llevábamos 12, 20 o incluso 26 (como @angelneo107) horas queriendo entrar, estábamos que mordíamos.

A decir verdad, los empleados se pegaron varias carreras, de punta a punta de una cola que cada vez era más interminable, chocando la mano y gritando a los asistentes al evento.

Ángel María (@angelneo107), socio del GUM Murcia y joven que se ha criado con Macintosh desde los años 90′, fue el primero en entrar. Para entonces ya se habían pasado casi sus 26 horas de cola. Es más, uno de los empleados nos dijo que Ángel había batido un récord nacional, pues había sido la persona que más tiempo había pasado en la cola de un Apple Store en toda España.

Como bien se ve en el vídeo, los empleados realizaron la cuenta atrás desde 10 cuando quedaban 10 segundos para las diez, es decir, les doy un 10 en puntualidad (10, 10, 10…). Entre aplausos y gritos, dejaron entrar a Ángel y se echaron una foto de grupo con él. Poco después fuimos entrando todos, pero eso sí, de uno en uno y con el mismo tratamiento con el que habían tratado, prácticamente, a Ángel (se gritaban nuestros nombres en coro, nos chocaban la mano, y nos regalaban una camiseta conmemorativa del evento).

Por fin estábamos dentro de eso que llevábamos meses esperando (desde que se anunció en la web de trabajo de Apple) y para lo que llevábamos horas (algunos, días) haciendo cola: la primera Apple Store de la Región de Murcia… y puedo decir de primera mano que es preciosa.

Cuando estábamos en la cola, sobre todo en los últimos momentos, estábamos eufóricos (lo que eclipsaba nuestro sueño y cansancio)… pero una vez salimos del Apple Store (estuvimos más de hora y media dentro) caímos fulminados en los sofás de los pasillos del centro comercial, víctimas del sueño. Comimos deprisa, a eso de las 11:50 (ya sé que es más hora de desayunar que de comer, pero después de estar allí tanto tiempo todos compartíamos la sensación de que eran las 6 de la tarde), cogimos un tranvía hacia el centro de la ciudad (en el que casi me duermo), un autobús urbano para llegar a la estación de autobuses (en el que me faltó nada para dormirme) y, en mi caso, un autobús para volver a Lobosillo (en el que me dormí).

Quizás lo que más me fastidie de todo esto (aparte del comportamiento de Nueva Condomina, del que hablaremos en los renglones de abajo) es que se me gastara la batería de la cámara justo cuando me tocaba entrar, y que tuviera que grabar mi entrada con la pésima calidad del móvil (no me extrañaría que la gente quite el vídeo justo en ese momento)… ahora hay que decir que, en un acto más de amabilidad y buen hacer, uno de los empleados del Apple Store se ofreció a coger mi cámara, llevarla al almacén y cargarla durante unos 15 minutos, y que así yo pudiera grabar unas últimas escenas desde dentro del Apple Store.

El pésimo comportamiento del centro comercial Nueva Condomina hacia Apple y hacia los que estábamos esperando para entrar

Definitivamente, el centro comercial Nueva Condomina no ha sabido estar a la altura del evento (y no lo digo sólo yo, lo dicen también las más de 150 personas que durante estos 2 días han mencionado a @ccncondomina en Twitter y han escrito en sus blogs, como @pedroaznar en Applesfera).

Como digo al principio de la entrada, los 9 compañeros que había haciendo cola a las 22:00 (yo llegué justo después) fueron expulsados de la puerta del Apple Store hacia la puerta del centro comercial, a la intemperie (aunque, por suerte, no hacía frío). A todo esto hay que añadir que entre los colistas nos encontrábamos 3 menores de edad: yo de 17 años, @AlvaroFranco7 de 15 y @jafesan, también de 15. De nada sirvieron las negociaciones ni las peticiones que tanto los que estaban allí, como los guardias de seguridad de Apple, como los empleados que, por alguna razón, estaban allí, hicieron hacia los guardias de seguridad de Nueva Condomina. Todo esto después de que la dirección de Nueva Condomina diera el SÍ a la petición del tesorero del GUM Murcia y el presidente de quedarnos a pasar la noche allí. Como ellos decían, donde digo digo, digo Diego.

Para el colmo de todo esto, los que queríamos ir al aseo teníamos que ir de forma individual y acompañados por un guardia de seguridad… lo cual veo muy bien, pero la pregunta es, ¿por qué no se hizo lo mismo desde un principio pero en la puerta del Apple Store y no en la del centro comercial? ¿Qué mas dará que estemos encerrados y muy bien vigilados (tanto por los 3 ó 4 guardias de Nueva Condomina como los más de 10 de Apple) en la puerta del Apple Store y que, si queremos salir, lo hagamos acompañados por las fuerzas del orden? No tiene mucha historia, simplemente había que hacer las cosas igual de bien pero en el lugar en el que estábamos en un principio y no en un lugar que para nada tenía que ver con Apple, y que encima era un párking y a cielo descubierto. ¿Tanto le cuesta a una pequeña empresa, como Nueva Condomina, hacer las cosas tal y como se las pide la mayor empresa del mundo (Apple) y como ya se han hecho en otros 5 centros comerciales de España?

Otro colmo más: una hora después de que los de Apple nos consiguieran un enchufe para cargar los gadgets, los de Nueva Condomina tuvieron la genial idea de cortarnos el suministro. Esta es una de las razones por las que se me gastó la batería de la cámara y no pude recargarla hasta estar dentro del Apple Store.

La lista de colmos sigue cuando, al llegar Emilio y entregarnos las camisetas, el guardia de seguridad de Nueva Condomina nos mintió (nos quería joder, se ve) diciéndonos que tenía órdendes por parte de Apple de que nadie se pusiera ninguna camiseta, pues dentro del Apple Store nos iban a dar una. Los que seguimos este tipo de eventos y conocemos la marca de la manzana, sabemos que esto es totalmente ridículo. Es más, una vez en la cola los de Apple y dentro de la tienda, los empleados de Apple no paraban de echarnos fotos a las camisetas (tanto con cámaras réflex como con sus iPhones particulares) y de decirnos lo mucho que les gustaban, e incluso nos sacaron de la cola unos minutos para echarnos una foto de grupo bajo la iluminada manzana.

Como no podía ser de otra manera, no hicimos caso a las ridículas advertencias del guardia de seguridad y seguimos nuestra actividad, que a la gente de Apple (la que supuestamente nos lo prohibía) le encantó.

Como decían muchos en Twitter y en blogs ayer, si esta es la imagen que vamos a dar de Murcia cada vez que abran una Apple Store, 3 como en Madrid no nos van a poner… estad tranquilos.

26 minutos de cola, pre-apertura y apertura del Apple Store de Nueva Condomina

Tweets interesantes sobre el evento

Invitación de la Gran Apertura del Apple Store de Murcia.

Hace tiempo que lo comentábamos, y cada vez había más rumores, pero al final la predicción de @emilcar ha sido cierta (por primera vez). ¡Gran Inauguración del Apple Store de Nueva Condomina, Murcia! Sábado, 12 de mayo de 2012 a las 10:00.

Yo, seguramente, estaré allí a partir de las 9 de la noche del viernes anterior. Los chicos del GUM Murcia vamos a ir tempranito para ir haciendo cola.

Mucha gente no entiende esto, y es normal. Si tú eres fanático de una marca de zapatos y me dices que vas a pasar la noche frente a la tienda el día antes de la apertura, te llamo tonto… ahora, yo ya estoy contando las horas que faltan para llegar allí. Es muy difícil entender estas cosas si no eres fan de la manzana mordida.

El famoso «muro negro» que Apple pone en sus obras. Son tan amantes y exigentes con la imagen y el diseño que cuidan la estética de sus construcciones.

En definitiva, ya queda menos para que ese muro se abra, y seguramente ahí estaré yo para grabarlo y mostrarlo después.

Como siempre, al desayuno invita Apple.

Sí, sí, es esta.

Si habéis visto la entrada anterior (la galería de fotos de mi viaje a Francia), habréis visto que hay dos fotos en las que parece una libreta o agenda negra con una franja verde… exacto. Se trata de mi Moleskine.

Antes de nada he de decir que lo hice porque la vi y no pude controlarme… estaba a un precio de 15€, la cogí y la compre. Luego recordé que en España valen 10€, pero a decir verdad, nunca había visto una en una tienda (siempre las he visto por internet).

Para quien no lo sepa muy bien, Moleskine es una marca italiana (aunque de nombre anglosajón) de libretas, en su mayoría, especiales para dibujar o pintar (también las hay para escribir u organizar). Aunque la marca es moderna (creo que se remonta a los años 80′), se fabrican a mano y con la misma técnica que en los siglos XVII, XVIII y XIV, por no decir que una vez que le quitas la franja verde de papel con el logotipo de la marca y especificaciones de la libreta, es idéntica a las que usaban, por ejemplo, Goya o Picasso.

No por dibujar en una Moleskine vas a ser un gran artista, ni te van a galardonar como a Goya o a Picasso. Lo más importante de todo es lo que dibujas y cómo lo dibujas, y no tanto dónde lo dibujas (aunque algo cuenta). Poniéndonos sinceros y contradiciéndome un poco, he de reconocer que en cuanto llegué del viaje, le quité la cinta verde y empecé a dibujar me encantaba, cada minuto que pasaba, más mi Moleskine. El papel es muy agradecido, sobre todo para trabajar con lápiz. Es muy fácil deslizar el dedo y difuminar (lógicamente, hablo de que es más fácil que hacerlo en cualquier otro tipo de papel), o realizar un trazo más suave y contundente con un lápiz, carbonicllo, bolígrafo, rotulador o incluso pincel.

Ahora, allá donde quiera que vaya, llevo mi bonita y elegante Moleskine.

Otra cosa más referente al título de la entrada. Digo que «vuelvo a tener fiebre» porque me ha vuelto a dar mi vena de las pijerías. Hace un año y pico me enamoré de algo elegante y caro, como es mi iMac, y ahora me he enamorado de algo nuevamente elegante y nuevamente caro, mi Moleskine (aunque sigo profundamente enamorado de mi iMac, lógicamente). Esto es una enfermedad.

PD: En Google+ he abierto un álbum de dibujos que ya he realizado con esta nueva adquisición, con la que todavía me quedan muchas y muchas historias que contar y que iré poco a poco añadiendo ahí.

Si voy de viaje a una ciudad en la que hay dos Apple Store, no podía irme sin visitar, al menos, una de ellas… ¿no? Para ser exactos, estuve en la de Confluence, que dicen que es más grande que la de La Part-Dieu.

Como habréis podido notar, he estado ausente unas semanas… y es que, sí, he estado de viaje. Para ser exactos, en Lyon (Francia), donde se encuentra una gran parte de mi familia materna.

Lyon es una ciudad (y unos alrededores de una ciudad) preciosa. Todo lo marrón y seco que vemos en la zona de la Región de Murcia en la que yo vivo, allí es de un verde chillón y elegante que aquí no conocemos (lo digo porque no es el mismo tono de verde). No hay problemas de agua, ni sequía en verano… eso sí, en invierno llegan a estar a -19ºC. En definitiva, para ir en esta época del año es genial. Todo muy bonito en cuanto a paisajes, y muy cosmopolita en cuanto a ciudad.

No es la primera vez que voy, pero sí es la primera vez que voy en una de las mejores épocas de mi vida (los 17 años) y con mi novia, Vicky (@VickyDubidu en Twitter), a la que podéis ver en la gran gran gran mayoría de las fotos.

Además de mi novia y, al ser una visita muy familiar, fui con mis padres, mi hermano @cuan_tomas y mi cuñada @carmen_punto.

Hablando un poco de Apple Store y viendo la imagen que encabeza la entrada, este sábado supuestamente (y digo supuestamente porque sólo está confirmado por fuentes extraoficiales) abren el Apple Store de Nueva Condomina, Murcia, y si hay suerte, yo estaré allí desde la tarde del viernes (el objetivo es pasar la noche haciendo cola) junto a mi videocámara (para mostraros los resultados) y el resto de los chicos del GUM Murcia.

Como los 602 followers que me seguís en Twitter (y cada día, gracias a Jobs, más) sabréis, ayer puse Mac OS X Lion desde cero.

Bien es sabido que si tú tienes un Mac 6 años, por ejemplo, puedes pasarte 6 años con tu Mac actualizado a la última (todavía salen actualizaciones para Mac OS X Tiger) y sin necesidad de formatear… ahora, si lo tuyo es tener lo último de lo último (como en mi caso) y al máximo rendimiento (como vuelve a ser mi caso), hay que formatear.

Este verano, cuando salió, compré Mac OS X Lion en la App Store y lo instalé esa misma noche. El sistema operativo me pareció increíblemente increíble, pero no rendía mejor (tampoco peor, todo sea dicho) que mi nativo Snow Leopard. ¿Por qué? Pues porque cuando tú te bajas Lion de la App Store y lo instalas, se instala Lion sobre Snow Leopard, por lo que tu Mac lleva Lion pero en realidad corre 2 sistemas operativos en lugar de sólo uno. Ahora, más tarde de lo que debería, he decidido ponerlo desde cero. De esta forma tu Mac lleva Lion y punto.

Ingredientes necesarios

  • En primer lugar, un pen drive USB de más de 4 GB… yo recomiendo de más de 8 GB (yo lo puse con uno de 16 GB). ¿Por qué? Pues porque el primer instalador de Lion que salió para la App Store pesaba poco más de 3 GB y medio, según tengo entendido, pero esta última versión ocupa 4’07 GB, para ser exactos, y los pen drive que dicen ser de 4 GB en realidad son de 3’9 GB, por lo que en un pen estándar de 4 GB, seguramente, no cabrá.
  • Instalador de Mac OS X Lion. ¿Precio? 23’99 €. Puedes obtenerlo desde la App Store de Mac haciendo clic aquí.
  • Un disco duro externo con, al menos, 10 GB libres.
  • Paciencia o, en su defecto, un día libre.

Proceso de instalación de Mac OS X Lion desde cero

En primer lugar y antes de dejarlo para más tarde, vamos a realizar una copia de seguridad de nuestro Macintosh HD en un disco duro externo. Time Machine es un perfecto asistente para esto, por lo que en pocos minutos nos hará una copia completa de todo nuestro Mac y su proceso no afectará a nuestra RAM, por lo que podremos navegar, ver una película o incluso jugar a un videojuego mientras dura la copia… no notaremos nada extraño. Para los que tenemos Time Machine activado (con las copias automáticas) no nos hará falta hacer este paso, puesto que se configura por defecto cada 40 minutos, más o menos, y nos valdrá la última copia que hicimos.

Una vez hecho esto, vamos a la Mac App Store y compramos Mac OS X Lion. Si en su momento ya lo hicimos (como yo) y ahora queremos ponerlo desde cero, la descarga nos saldrá gratuita (puesto que ya compramos el programa en un pasado), siempre y cuando lo hagamos con nuestra ID de Apple.

Una vez hecha nuestra copia vamos a preparar un pen drive USB con la imagen de Mac OS X Lion dentro. Para ello conectamos nuestro pen drive (superior a 4 GB, como he dicho antes) y vamos a Utilidad de Discos. Una vez dentro, seleccionamos (en la barra lateral) nuestro pen drive y vamos a Borrar. Ponemos como opción «Mac OS Plus (con registro)» y de nombre (aparecerá «Sin título») el que nosotros deseemos. Una vez aceptemos lo que hay que aceptar no tardará mucho en borrar, aunque sí unos pocos minutos.

El siguiente paso es buscar el archivo .DMG dentro de nuestro instalador. Para ello mostramos nuestro instalador en el Finder y vamos a botón derecho sobre él >> Contents >> Shared Support… una vez ahí debería aparecernos un archivo .DMG. Lo copiamos en el escritorio… repito: copiamos.

Si hemos desenchufado el pen drive después de resetearlo, lo volvemos a enchufar. Después volvemos a Utilidad de Discos y a Archivo >> Abrir imagen de disco, seleccionamos el archivo .DMG del escritorio. Se nos pondrá a verificar… podemos clicar en «Omitir». Una vez verificado u omitido, se nos abrirá una carpeta (como cuando abrimos un .DMG, que a fin de cuentas es lo que hemos hecho) y la cerramos. En la barra lateral seleccionamos nuestra imagen de disco (la que acabamos de abrir) y nos vamos a Restaurar, en la misma barra donde estaba el botón de «Borrar» que hemos utilizado antes. El origen debería ser la imagen de disco (si no es así algo hemos hecho mal) y como destino ponemos nuestro pen drive. Para ello arrastramos «Sin título» (o el título que hemos puesto antes) hasta el campo de texto que junto a «Destino» se haya. Clicamos, acto seguido, en «Restaurar».

Hasta ahora todo ha sido pan comido y sin ningún riesgo. Ahora vamos con lo complicado. Si no estás seguro… aún estás a tiempo.

Con el pen drive conectado reiniciamos el Mac pero antes de que aparezca la manzanita mantenemos pulsado Alt, da igual el derecho que el izquierdo. Una vez dentro nos dará a elegir un disco, nosotros seleccionamos nuestro pen drive que debe aparecer con el nombre que nosotros le hemos puesto o, por el contrario, con «Sin título». Lo hacemos con el teclado, no seas tan tonto de mover el ratón.

Si nunca antes hemos hecho esto nos dará a elegir idioma y aquí ya podremos utilizar el ratón. Yo, de ti, cogería el castellano, aunque si te gustan las emociones fuertes y poner en peligro algo que te ha costado un riñón y parte del otro, dificultad añadida.

Una vez hecho esto nos aparecerá un sistema operativo muy parecido a los actuales, con una barra superior y demás, pero con el tejido de Apple como fondo de pantalla y con una ventana y 4 opciones dentro de ésta. La que más nos interesa, ahora, es Utilidad de Discos. Dentro de Utilidad de Discos seleccionamos nuestro disco duro (debería ser Macintosh HD, si no le hemos cambiado nunca antes el nombre) y lo borramos. Para ello vamos a Borrar (como con el pen drive) y le ponemos el nombre que queramos, yo opté por volver a ponerle Macintosh HD.

Una vez borrado el disco (ya hemos formateado nuestro Mac y ya no hay vuelta atrás, se me olvidaba comentarlo) volvemos a nuestra ventana inicial (la de las 4 opciones) y seleccionamos «Reinstalar Mac OS X». Ahí nos dará a elegir un disco en el que lo instalaremos, elegimos nuestro disco duro (el que acabamos de borrar).

La siguiente parte no sé muy bien cómo explicarla. Después de esto nos pide que configuremos nuestro Mac de forma muy parecida a como lo hicimos cuando lo compramos (sí, sí, ese día tan feliz). Cuando lo hagamos y lleguemos a «Restaurar archivos» (o algo así, no recuerdo muy bien) nos dará a elegir varias opciones. Dos de ellas son las más comunes: una es desde Time Machine y otra nos dice algo así como «Restaurar más tarde». Me explico un poco.

Yo, la primera vez que puse Lion desde cero (antes de ayer) le di a la opción del Time Machine… ¿qué pasó? Que me lo restauró todo… ¡¡absolutamente todo!! ¿Qué significa esto? Pues que me restauró también el Lion que yo tenía instalado sobre Snow Leopard y todos sus bugs y defectos por los que decidí ponerlo desde cero… es decir, tiré un día entero a la mierda. Al día siguiente (ayer) puse Lion desde cero por segunda vez, pero esta vez le di a «Restaurar más tarde». Me costó otro día entero de entrar al Time Machine y restaurar mis carpetas y aplicaciones más importantes, pero por lo menos he notado la diferencia y tengo mi Mac con Lion de forma nativa.

Una vez hecho todo esto podremos decir que tenemos Lion instalado desde cero en nuestro Mac.

Si te acabas de comprar un Mac (de primera mano, claro), no te molestes en hacer nada… tu Mac ya lleva Lion instalado desde cero. Esto es única y exclusivamente para usuarios de Mac con Snow Leopard o inferior (hasta cierto punto), que todavía trabajaban con sistemas operativos antiguos de Mac o que habían instalado Lion desde el instalador de la Mac App Store.

Ultimas cosillas, así, sin importancia…

A la hora de restaurar aplicaciones del Time Machine tenemos que tener en cuenta una cosa. En primer lugar, no todas las aplicaciones nos van a valer, por lo menos no si las restauramos desde la carpeta «Aplicaciones». ¿Cuáles son? Son aquellas de las cuales hemos obtenido un instalador y hemos seguido unos pasos de instalación hasta que hemos completado ésta. ¿Por qué? Pues porque estos programas y aplicaciones crean una librería que «no se guarda dentro del icono en la carpeta Aplicaciones». Podemos hacer 2 cosas, la primera es buscar esas librerías y restaurarlas en el mismo lugar en donde estaban antes de la re-instalación de Mac OS, o volver a instalarlos, bien si tenemos el CD/DVD o si los hemos bajado de internet (y guardamos el .DMG, de lo contrario nos costará re-descargarlos).

¿Qué aplicaciones y programas sí nos valdrán? En primer lugar, las aplicaciones sencillas que no requieren una instalación. Hablo de esas que nos las bajamos y se instalan simplemente moviéndolas a la carpeta Aplicaciones… estas nos valdrán a la perfección. También aquellas que hemos descargado de la App Store, las cuales podemos volver a descargar de forma gratuita (aunque fueran de pago) entrando en la App Store y, después, en «Comprado» o bien restaurándolas del Time Machine. A elegir.

Cover del segundo episodio de iPodcast

Sí, mi fanboyerismo ha llegado a su colmo: ahora tengo un podcast de Apple.

La historia es sencilla, hablé con un colega (@snakecarlos) que también es igual de fanboy que yo (o más) y decidimos grabar un podcast. Preparamos un guión (o, mejor dicho, preparé), grabamos el capítulo piloto, lo editamos (o mejor dicho, lo edité) y lo subimos a iTunes… os podéis imaginar cómo sería porque a los 2 días nos lo retiraron de la iTunes Store.

Ahora hemos grabado el segundo capítulo y la cosa ya es algo más experimentada y seria, aunque no demasiado. Seguimos sin estar en la iTunes Store (aunque hay varias formas de suscribirse vía iTunes), pero ya estamos corrigiendo cosillas e intentando, poco a poco, volver a aparecer (y estamos seguros de que en breve así será).

No hay mucho más que contar, cada podcast dura unos 50 minutos (de aquí en adelante, claro) y estamos pensando en hacerlo semanal. Todo será según nos venga.

Enlace al blog del podcast | iPodcast

Un iMac de 21.5", equipado con un teclado alámbrico + numérico de Apple y un Magic Trackpad externo, en la sede de Pixelmator, Londres.

Antes de empezar con la entrada quiero decir que es demasiado fanboy, aunque de ver la cabecera del blog o la imagen que encabeza la entrada te lo habrás podido imaginar. Habrá gente, como ya me han dicho alguna vez, que me diga que mis ideas socialistas (socialismo de verdad, no como el PSOE) son incompatibles con una empresa tan capitalista como lo es Apple, y en cierto modo tienen razón, pero yo soy un amante del diseño y como buen amante del diseño soy amante de Apple, y eso es lo que vengo a explicar hoy.

Hoy vengo a hablar de algo que mucha gente no cree, no respeta o directamente ignora. Hoy vengo a hablar del público de los productos de Apple, y entre ellos, los creativos.

Bien es sabido por todos que los ordenadores por excelencia de los diseñadores, arquitectos, ingenieros e incluso, informáticos, son Mac. No conozco ninguna empresa importante de diseño gráfico que no utilice Mac entre sus diseñadores (como es el caso de El Circo, en Barcelona). Tampoco conozco ninguna de desarrollo (como Pixelmator, en Londres, cuya parte de su oficina encabeza esta entrada) u otras empresas que revolucionan el mundo cada día (como Twitter, Palo Alto). ¿Se debe a que estas empresas tienen dinero? ¿Se debe a que es 100% necesario tener un Mac para «reinventar el mundo»? La respuesta a ambas preguntas es, simultáneamente, y no.

En primer lugar decir que la gente que revoluciona el mundo de la tecnología, que marca un antes y un después en este maravilloso gremio, suelen ser (y recalco lo de «suelen») amantes del diseño y la innovación.

En cuanto al hardware, los Mac, al igual que los iPhone, iPad y otros productos de la manzana mordida (como lo son los iPod o los Apple TV) son encantadores y bonitos, por lo que a los amantes del diseño nos encantan. Tienen una pantalla de cojones (como lo es la del Nuevo iPad), se molestan por el diseño de cada milímetro de sus productos, ahora, en cristal y aluminio, antes en plástico blanco y brillante. Si eres un amante del diseño te gusta un Mac, sí o sí, y el que lo niegue miente. Si vemos un ordenador portátil HP, por ejemplo, o Packard Bell (que es el que tenía yo antes de mi iMac), podemos contemplar una carcasa perfectamente compuesta por varios colores, normalmente en varios tonos de gris. Podemos contemplar unos maravillosos y preciosos ventiladores, los cuales están muy a la vista por si te apetece verlos de vez en cuando. Podemos contemplar unos estupendos puertos de todo tipo, con sus distintos colores, materiales, texturas y tacto cada uno, los cuales incluso «pinchan» si los tocas… ¡y no es sólo uno! Hablo de que podemos llegar a tener casi 20 puertos distintos en lo que viene a ser todo el canto del portátil. Y, ¡por supuesto! Estos puertos, cada uno de ellos, tiene un diseño distinto y no se han molestado nada en ocultar las clavijas ni las entradas… ¿acaso no son bonitas? Lógicamente, hablo con ironía. Dejando un poco de criticar a la competencia (aunque en el resto de la entrada tenéis fanboyerismo para rato) diré que en el caso del MacBook Pro, por ejemplo (lo digo porque es el que usa mi hermano y puedo hablar mejor de él), no tienes 4 puertos de monitor, ni 8 puertos USB, ni 4 entradas/salidas Jack de audio, y tampoco tienes clavija para teclado, ratón… ¡es un MacBook Pro! Tienes, directamente, toma de corriente (imantada, por cierto, para que si te tropiezas con el cable el MacBook no caiga al suelo), puerto de Ethernet, puerto FireWire, 2 puertos USB, 1 puerto Thunderbolt (el cual ha creado Apple Intel y es totalmente universal, tanto para datos, audio, vídeo, etc) y entrada de audio/vídeo, entre otras cosas, como el puerto para tarjetas SD… ¡en un mismo costado! Y no sólo eso, sino que mientras la competencia hace puertos feos, muy feos y más feos aún, los cuales son iguales para todos y cada uno de los PC del mundo, Apple los hace de aluminio, para que peguen con el resto del equipo y el resto de los puertos. ¿Alguna vez habías visto un puerto bonito? Yo veo 8 todos los días. Además de esto decir que todos los ordenadores funcionan, cómo mínimo, con 3 cables… mi iMac funciona única y exclusivamente con 1. Y dicho todo, yo saqué el iMac de su caja el día 4 de febrero de 2011 (con el mismo cuidado o más que ilusión), enchufé 1 cable (recalco: 1 cable), pulsé el botón de encendido y empecé a usarlo. ¿Algún día será eso posible con un PC? Pues del futuro no puedo hablar, no soy tan visionario, pero lo que sí puedo asegurar es que cuando tú te compras un PC tienes que pasarte 1 ó 2 días instalando drivers, o incluso el mismísimo sistema operativo, que viene desinstalado. En un Mac, sencillamente, no. No tiene más historia, es así. Minutos después de sacar el iMac de su caja puedes estar creando una película casera con iMovie, chateando con FaceTime, navegando con Safari o simplemente jugando al ajedrez con Chess.

Otra diferencia más notable es el Magic Trackpad que traen integrados los MacBook desde 2007 y el cual podemos disfrutar ahora los usuarios de iMac y Mac Pro en formato externo, como el que aparece en la imagen que encabeza esta entrada. El Trackpad es la solución al «ratón táctil» de los portátiles. En un PC portátil, tienes una pantalla (me refiero a superficie lisa electrónica, no a pantalla como los monitores) táctil (por decir algo) que funciona como cursor, con dos botones abajo (uno para clic izquierdo y otro para clic derecho). Además, si tu PC portátil es muy bueno (irónicametne hablando, claro) contará con una pequeña división, de un 15% aproximadamente, en la parte derecha, la cual actúa como «ruleta» y que, por supuesto, no siempre funciona. En Apple no saben lo que es eso desde hace muchos años. Los MacBook incorporan algo llamado Magic Trackpad que, por supuesto, está patentado. Esta extensión de nuestros dedos, incorporada en el Unibody de los MacBook (o en los iMac y Mac Pro de forma externa), cuenta con 0 botones, pues toda la superficie es un único botón. Además, es un botón físico, y no lógico, por lo que se acabó eso de hacer clic sin querer al posar suavemente el dedo sobre él. En un Trackpad si quieres hacer clic tienes que apretar, como en un ratón. Se acabó también eso de que «la ruleta» no funcione, pues uno de los gestos Multi-Touch trata de deslizar 2 dedos hacia abajo o hacia arriba, obteniendo así un scroll. Sumamos, además, los 14 gestos que nuestro Trackpad que OS X Lion incorpora, los cuales cuentan con funciones que podremos hacer con 1, 2, 3 y hasta 4 dedos.

No quiero dejar de hablar de hardware sin hablar de los innovadores lectores de CD/DVD con el que cuentan los iMac y los MacBook (Pro y Air). Mientras que la competencia hace una entrada, llamada «bandeja» (la cual, además, suele ser de otra marca, ajena a la que fabrica el PC), con 1 ó 2 botones, una lucecita y a la que tienes que apretar un botón para que salga (y que puede darte más de un susto si se mete antes de tiempo), Apple va más allá. ¿Sabéis cómo es el lector CD/DVD de un iMac, por ejemplo? (Si has llegado hasta aquí leyendo esta entrada imagino que sí). Los lectores de CD/DVD de un iMac (al igual que los del MacBook Pro y MacBook Air) no son más que una ranura (de aluminio, claro), finita y con el tamaño justo, sin ningún botón ni lucecita, a la que tú acercas el CD o el DVD y automáticamente lo absorbe. Si vas a sacar el CD o el DVD simplemente pulsa el botón «Eject» de tu Wireless Keyboard (o el teclado incorporado en Unibody, de los MacBook). El CD/DVD, pues, saldrá suavemente y esperará a que tú lo cojas con la mano para terminar de expulsarlo. ¿Qué provoca esto? No más esperas desde que le das al botón hasta que sale la bandeja, no más sustos cuando has metido el CD mal y se ha cerrado la bandeja antes de tiempo… no más inelegancia. Con un Mac todo es rápido, bonito y eficaz.

Por fin llegamos al software, en donde Apple se gana de verdad a los creativos. ¿Cómo? Muy sencillo (y nunca mejor dicho), creando un sistema operativo único y exclusivo para sus ordenadores, el cual está basado en UNIX (al igual que Linux) y en el que destaca la extrema rapidez, el asombroso aprovechamiento del hardware (no rinde igual un iMac con 4 GB de memoria RAM y OS X que un PC con 8 GB y Windows Vista… ¡rinde más!) y la total ausencia de virus y malware. Si además de esto, que se puede considerar «eficiencia», hablamos de que el entorno que presenta OS X (al igual que iOS) es especialmente bonito, megaintuitivo (si quieres hacer algo y crees que no sabes o nunca lo has visto hacer, piensa profundamente en cómo sería la forma más fácil y sencilla de hacerlo. Normalmente, al probarlo, suele funcionar) y cuenta con el mejor software externo para diseñar (como es la gama Adobe, el mismísimo Pixelmator y otros miles de millones de aplicaciones) en sus mejores versiones y que rinden mil veces mejor que en un PC (y puedo dar testimonio de ello, pues tengo la suerte de diseñar en un iMac desde hace 1 año y 1 mes pero he diseñado toda la vida, o más de 8 años de ella, con un PC), la mezcla es totalmente maravillosa.

Una vez le dije a un colega informático, fanático de los súper ordenadores con 16 GB de RAM y Ubuntu (la que considero peor distribución de Linux, por cierto… sobre todo la última versión, que incorpora «Unity»), con cables por todos lados y los cuales tienes que formatear, mínimo, cada 1 ó 2 años (por cierto, Apple garantiza que cuando te compras un Mac tienes el ordenador como el primer día durante 6 u 8 años. Es el caso, por ejemplo, de @AlvaroFranco7, paisano murciano, que sigue programando aplicaciones para iPhone con un Mac Mini de 2006 y que le va genial… ¡¡señores, de 2006!! Además de esto, mi tocayo tiene tan sólo 15 años, todo sea dicho), que me gustaban los Mac porque eran más elegantes. Él me respondió «¿De qué te sirve una elegancia que te cuesta 2000 euros cuando por ese precio tienes un ordenador el doble de potente?» (he de decir que los Mac son muy potentes, no se cuelgan y no van, para nada, lentos. No os creáis que son escoria en cuanto a rendimiento, son máquinas realmente eficientes) a lo que yo le respondí «Ya que paso 4, 5 ó 6 horas al día delante de un ordenador (sí, debería estar haciendo otras cosas), qué menos que el entorno que ese ordenador presenta a la hora de usarse sea bonito y agradable. Yo paso 6 horas con Windows Vista (sistema operativo que usaba antes de Mac) y me muero, no sólo por lo mal que rinde sino por lo feo que es. Paso 6 horas con un Mac y no me quiero separar»… y así es.

Llendo un poco al grano (o, mejor dicho, dejando ya la entrada, que bastante larga se me ha hecho) digamos que los creativos son amantes del diseño y de lo bonito, y otra cosa puede que no, pero los Mac (y los iPad, iPhone, iPod…) son bonitos. Si a esto le sumamos que son muy eficientes y muy eficaces, la combinación es fantástica, como bien he dicho antes.

A pesar de que esta entrada es larguísima y que llevo 3 días escribiéndola, me faltarían palabras (ya voy por 2.049) para explicar todo lo asombroso que ha hecho Apple en estos 40 años de historia, como los gestos Multi-Touch, la tecnología 4G LTE, Time Machine, etc. Hay un largo por qué de por qué los diseñadores, creativos y demás, elegimos productos Apple, y podríamos estar días enteros sacando diferencias entre Mac y PC… siempre, claro, a favor de Mac. Espero haber explicado mi opinión al respecto lo mejor que he podido. Lógicamente, tendré fallos, errores y equivocaciones, y te invito a que me hagas la contra.